psi-cocinA
Algunas preguntas frecuentes
¿Cómo es eso de psi-cocinA, De motivar a los muchachos en su escolaridad a través de la cocina?
Oye, eso es algo lindo de contestar en especial a partir de cómo nace psi-cocina. Pues es algo super importante para mí, surge de una experiencia muy linda, después de hacer mi carrera, estudiar dos post-grados y estar trabajando en mi consulta privada, comencé a hacer un curso de cocina, luego otro y así me fue cautivando la cocina cada vez más, hasta que incluso hice unas pasantías de pastelería, en donde trabajaba 8 h día, de pie, trabajando duro, lavando platos, limpiando baños y aprendiendo a cocinar, sin que me pagaran un centavo.
Estando ahí, comencé a darme cuenta que en la cocina profesional estaban presente destrezas y habilidades que eran necesarias en otros oficios y en la vida. Así, siempre teniendo muy presente la inquietud de los padres de que sus hijos estén preparados para la vida, comencé a ver de dónde venían esas destrezas y dónde se utilizaban; lo hice como quien degusta el mejor manjar, fui degustando la experiencia de la cocina, viendo los ingredientes psicológicos de que estaba hecha, y como esos mismos ingredientes podían usarse para hacer otras cosas. Comencé a entender y a investigar realmente, por qué es que la cocina para muchos tiene ese efecto relajante o terapéutico, y a desarrollar los talleres de psi-cocina, donde a través de la cocina desarrollamos y fortalecemos las herramientas que preparen a las personas para la vida, una vida de calidad en el presente y a futuro.
¿Cuéntame un poco cómo a través de la cocina motivas a los muchachos en sus estudios?
Por lo general, los muchachos que no les gusta el colegio y no se esfuerzan en tener un buen rendimiento se sienten obligados, o que no tienen opción, que tienen que hacer y repetir lo que dicen los profesores y los padres, o que no tienen capacidad para la escolaridad. Se encuentran desanimados, y el desanimo disminuye su rendimiento y el bajo rendimiento los desanima mucho más y a veces hasta tiran la toalla, ni les importa. Generándose un ciclo de deterioro, y de decaimiento progresivo que desencadena dinámicas familiares de lucha de poder poco fructíferas, e incapacitante para los muchachos (“...tú no puedes,..tú no sabes, …eres un desastre, no quieres servir para nada, …si no estudias te quito el internet, …después de todo lo que yo te doy… etc).
La cocina, nos permite generar la sensación de hacer un corte con lo académico, un corte con la experiencia no tan grata o desagradable y ofrecerles un espacio de borrón y cuenta nueva, libre de prejuicio, entrarles por la vivencia, el aprendizaje a partir de la experiencia, paso a paso, en donde tienen el chance de lograr un producto y de aportar. De hacer algo no solo por necesidad u obligación sino por deseo, al conectarlos con el hecho de que comemos no solo por impulso o necesidad estrictamente biológica como lo hacen los animales, sino porque nos apetece, nos provoca, lo deseamos.
De esta forma, inconscientemente la cocina también conecta a la persona con la posibilidad de incidir sobre su ambiente, sobre sus posibilidades y hacer algo al respecto y le ofrece un espacio de ensayo (micro, tipo maqueta o laboratorio) para ello.
¿Cómo es eso de la sensación de Logro?
A partir de aprender algo práctico y útil como lo es preparar un desayuno, un almuerzo o merienda, comienza, en poco tiempo, ha desarrollarse la sensación de logro, es decir, que consiguen hacer algo, aportar, logran ofrecerle algo al otro, producir agrado, y dejar de estar sujeto a lo que recibe, a lo que le dan, lo lleva a sentir que conquista poco a poco su autonomía. Es un espacio, en donde el no saber, no lo hace incapaz, sino una persona con la posibilidad de aprender, donde hay normas (de seguridad, recetas y métodos para hacer las cosas) y exigencias que sirven de guía y cuido por uno mismo y el otro, lo cual lleva a que la dificultad lejos de ser un impedimento se convierta en un desafío, una habilidad que desarrollar con la práctica y guía de los más expertos.
Eso empieza a incidir favorablemente sobre su auto-estima, se comienzan a sentir grandes, que pueden y que se les trata como iguales (no les hacemos la vida más fácil disminuyendo la dificultad y exigencia de las cosas, les ofrecemos la posibilidad de aprender por pasos, haciendo uso de ciertos procedimientos a hasta ir alcanzando los niveles de mayor dificultad).
De esta forma, comenzamos a desarrollar un área en la que puede tener algunas posibilidades, éxitos y poco a poco vamos expandiendo, transfiriendo el aprendizaje a otras áreas de su vida, tanto porque se da naturalmente, como porque hacemos uso la metáfora y algunas herramientas psicológicas para mostrárselo directamente a los muchachos y puedan hacerlo consciente. Al hacerlo consciente, comenzamos a pasar del automatismo, el azar o accidente a la voluntad y decisión de hacer las cosas.
¿También hablas de la sensibilidad personal y social?
Incidimos igualmente sobre lo que es el valor de la persona, de quién se es, más allá de valor que naturalmente le damos a lo que se tiene y a los resultados, todo esto lo conseguimos a partir de ofrecerles la vivencia de que el aporte que hace cada uno es importante. Todos tenemos oportunidades de aprender de hacer todo, pero también nos especializamos en algo, y el aporte de cada uno es importante. Por ejm, en un Restaurant es importante tanto el Chef, como el lavaplatos, porque si el lavaplatos deja una copa con la marca de pintura de labios y el mesonero la pone en la mesa, el Chef queda muy mal y arruinan el trabajo y esfuerzo de todos de los que participan en la elaboración de un plato (trabajo en equipo). Ganan todos poniendo su mejor esfuerzo y pensando en el otro (solidaridad), todos formamos parte de la cadena del proceso de elaboración de un plato.
Se aprende a pensar en el otro, en cómo va a recibir el otro esto que le estoy dando, cómo se lo presento para que sea de su agrado y produzca el efecto de agrado que deseo que tenga. Así, trabajamos la sensibilidad personal y social. Aprendiendo a pensar en lo que quiero, en qué le puede gustar al otro, en lo que quiero producir en el otro, en cómo lograr agradar, en como apoyar a otro a lograrlo.
¿Hablas de aprender a Implicarse en la escolaridad?
Aprendemos a implicarnos con la escolaridad, de una forma hermosa, la cocina naturalmente nos invita a despertar los sentidos. En la vida cotidiana, y por la naturaleza humana, nosotros tenemos 5 sentidos, pero el 80% de la información que percibimos lo hacemos a través de la vista, eso en parte hace que demos naturalmente mucho valor a lo que vemos, a lo aparente y poco sepamos como apreciar lo que se es, lo que se siente, más allá de lo que se ve y se tiene.
La cocina, de una manera sutil, nos seduce a despertar nuestros sentidos, comenzando por el olfato y así aprendemos a diferenciar un perejil de un cilantro, no solo por cómo se ven, sino por como huele, luego lo probamos, esto sabe a sopa …incorporamos el gusto y descubrimos, que hay por lo menos tres tipos de salsa soya, la china, la japonesa, y la comercial propiamente dicha, las probamos, y vemos que una nos sabe a “lumpia” otra a “sushi” y la otra a la que tenemos en casa. Y de repente comenzamos a distinguir como suena un burbujeo de aceite cuando hacemos tajada del burbujeo de papas fritas (oído), simultáneamente empezamos a hablar de las grasas y sabemos cómo las afecta la temperatura, que unas son más sanas que otras, y como podemos hacer para disfrutar.
Nos hacemos conscientes, desarrollando nuestros sentidos, y aprendiendo los procesos de lo que están detrás de lo que nos comemos, aprendiendo a conocer los ingredientes (pensamiento científico) y sus propiedades, vivimos el esfuerzo y las lágrimas que nos saca hacer un arroz con cebolla picadita. Nos hacemos conscientes conectándonos con nosotros mismos y con el mundo a través del uso de tooodos nuestros sentidos y el esfuerzo que implica lo que nos comemos.
Entonces comenzamos a apreciar más, la comida, la gente, nos comienzan a importar más las cosas, ya no da igual, se nos abre el gusto por la vida, comenzamos a ser capaces de hacer algo sabroso, nos sentimos bien por ello, y entonces empezamos a ver más lo bueno de la vida, nos enamoramos, nos reconciliamos con ella y cuando uno se siente como enamorado, cuando uno siente que es capaz de hacer cosas buenas, ver, sentir cosas bonitas, aquello pesado, los estudios, el trabajo, se hace más liviano, aprendemos que tenemos que hacerlo, y lo hacemos porque queremos poder hacer aquello que tanto nos gusta, aprendemos a ganarnos nuestros derechos, a conquistar nuestras posibilidades. Y ahí el tiempo, el tiempo con que contamos para hacer las cosas, comenzamos a planificarnos, a pre-ver, a hacer las compras, a ver qué parte de la receta se hace primero, a leerlas, a seguir instrucciones y romperlas, desarrollamos el criterio de pensamiento y el pensamiento creativo, aportamos algo nuevo.
Más allá de ver el esfuerzo que nos toma hacer las cosas, que la ayuda de otro, nos viene bien. En la cocina, más que trasmitir una información o una teoría, ofrecemos una vivencia, un aprendizaje por experiencia y así trabajamos más sobre el fortalecer, desarrollar el músculo de la voluntad, de la posibilidad, el aparato para pensar y entonces aprendemos. Al fortalecer y desarrollar ese aparato, las posibilidades de éxito académico y en la vida se incrementan.
¿Y las destrezas sociales?
Mientras estamos aprendiendo a cocinar, lo estamos haciendo con unos compañeros, de nuestras mismas edades, algunos un poco más grandes otros más pequeños, y hay unos profesores, una autoridad, comienzan a desencadenarse dinámicas de grupo, a hacerse evidente como nos la llevamos con los pares y con la autoridad.
En los grupos, se hace evidente el que le gusta fastidiar y al que tienden a fastidiar, el que espera que le digan que hacer y el que hace las cosas por iniciativa propia, el rebelde, y el que está todo el tiempo viendo como le queda al otro, lo que tiene el otro, en vez de hacer lo suyo y todo con una psicóloga, dispuesta a recibir y procesar esa información, y respetuosamente mostrárselos al tiempo en que trabajamos en desarrollar y ofrecer nuevamente opciones, alternativas de conductas y formas de hacer las cosas que realmente nos permitan lograr aquello que queremos, y que nos lleve a estar más contentos con lo que hacemos, con nosotros mismos y con los otros, aprendemos de límites y asertividad.
¿A partir de qué edad y cuanto dura el taller?
Este taller de motivación escolar lo impartimos a niños y jóvenes a partir de los 6 años y estructuramos los grupos en función de sus necesidades y posibilidades. Es un taller,dura todo el año escolar como cualquier otra actividad extra-cátedra y tiene una frecuencia semanal, los martes ó jueves de 4:00 pm a 6:30 pm.
¿Dónde se imparten los talleres?
En el Instituto MandaLay, escuela de cocina que tiene ya 6 años en funcionamiento, o en la institución educativa, en este caso, los talleres están disponibles para niños a partir de los 4 años y con algunas variantes desde los 2 años, se enseñan cosas como untar, etc.
Anabella
Para mayor información
INSTITUTO MANDALAY
Rene Torres
Director
Developer:
Anabella Barrios Matthies
Psicólogo Clínico – Máster en Familia
Psicoterapeuta de niños y adultos
cel: 0412-241.89.68