domingo, 31 de octubre de 2010

Cocinándolos: Las Aventuras de Come-flor Barrios en la Cuidad Culinaria

                                                             
 Mis Queridos Amigos!   Cómo están?

         ...Siempre los pienso, y me pregunto, qué  podré escribirles, qué podré dejar para cuando se acerquen a curiosear, a descubrir, a leer, a refrescarse, que les podré dejar para que lo tomen cuando y como quieran.  Hoy, cuando horneo nuevas ideas los dejo con mi escrito favorito, escrito que en semanas anteriores publiqué en el blog de la "Red de Psicología Aplicada" y que no podía faltar por aquí, hoy los dejo con la miel que nutrió mis pensamientos y puso a vibrar mis cimientos, invitándome a ir más allá a transformar, cocinar, evolucionar en mi ideas, en mi trabajo y más aún en mi vida, a crecer, hasta llegar a mi hoy, el hoy de psi-cocina:  Gracias por estar aquí!  los quiero!

   Anabella

                        …Introito:

La cocinael cocinar, lo humano que humaniza y deslastra al alimento de su puro valor nutricional para comenzar a acariciar el alma, comenzar a hacer crecer nuestro cuerpo, mente y corazón.  La cocina, el cocinar debe su existencia a lo humano que habita en nosotros, es la manifestación de nuestra posibilidad de transformación y creación más allá de lo biológico.
Es a través de la comida que establecemos nuestros primeros vínculos, y son los vínculos los que nos humanizan;  Es el haber padecido el hambre y vivido el encuentro con el alimento -amor en nuestros primeros días- lo que nos lleva a buscarlo y crearlo cuando nos falta. 

                                              Con vida propia, he tenido el privilegio de tener despiertos los sentidos y la consciencia de que hay cocinero(s) detrás de cada plato que pone a bailar mi paladar; he tenido la suerte de sentirme pensada, deseada, querida y sorprendida cuando el arte en tres dimensiones y en cinco sentidos me sugiere incorporarlo. 
      Más allá de saborearlo, me he detenido a disfrutarlo, agradecerlo y pensarlo,      
                                                                           …preguntándome:

¿Quién es aquel que seduce mi alma? ¿Quién cuida a quien me cuida? ¿Quién piensa a quien intenta pensarme?.

En mi mente se escondía en la oscuridad de la noche, de una forma en que no lo podía ver, aparentemente resignada, ingenuamente me hacía creer que estaba desconectada, y como un radio la curiosidad se apagaba.

Pero un día, esos de luz hermosa, en los que uno despierta y como en las películas, los pajaritos cantan en tu ventana, el café te despierta con su aroma en la mañana… En fin, gozaba de exquisita calma, revisé mi e-mail y cual accidente me encontré con uno de Silvia con “Y”,  anunciando el curso de “Las Seis Reglas de Oro. Comer Bien y Vivir Mejor” por  el chef: Sumito Estévez.   Con aquel despertar, la oferta no podía más que engranar.   Inevitablemente, me acerqué y tomé mi primer curso en el ICC

Transcurridos unos días, e-mail’s iban y venían; entre curso de “Pasa-palos” y correos, un curso llevó al otro y  Srs.: ¡Pescados y Mariscos!, ¡Me han montado en la olla!.  Seducida, obnubilada; la voluntad solo quedaba en mi almohada, se me ofrecía ser aficionada.
                                             
Así que, aquello que comenzó con un enigma, un baile en mi paladar, se tradujo en preguntas, luego en cursos y mientras aprendía a cocinar, estaba siendo cocinada.  Impregnada en sensaciones ya empezaba a estar hipnotizada y de mi consciencia parecía estar deslastrada cuando: capa a capa como cebolla había sido deshojada, sin reparo ni vergüenza como zanahoria desglasada, estaba entregada. Y secretamente, sin yo misma saberlo, me imbuí, me sumergí y dance con cada uno de los ingredientes. 

No me quemé, ni cociné, me cociné y me corté, pero ya me curé porque fui cada uno de los procesos y viví cada uno de los momentos.   Fue la cocina, el instituto el ingrediente que me faltaba para darle a mi vida el golpe de horno que necesitaba.

Así, sin saberlo había emprendido un viaje, una excursión a un mundo paralelo, ajeno.  Vestida en ingenuidad, sigilosamente fui tras mi curiosidad.  Intempestivamente mi alma desconoció la paz, iniciando una cruzada con batallas que aún necesitaban ser libradas; donde las palabras no habían sido creadas, las imágenes reinaban y por tanto comunicaban; se transformaban y me acompañaban a despertar, crear y re-crear cada uno de mis sentidos, mi ser y razón de ser: lo que hoy comienza estar sobre este papel.
                                              
En tierras de Hades, con las Trufas Blancas de Alba, el té tomé.  Entre una y otra cosa confesaron ser  semillas de HermesPronto comenzaron a llenar mi mochila de nuevos ingredientes, y con un beso en la frente, cada una de las vivencias fueron colando, los descubrimientos insertando, alimentando y poco a poco, develando la más hermosa verdad
…    El Buen Cocinero es aquel vino que ha labrado su derecho a ser humano. 
                                Desde ahí, buscando una copa, va creando el alimento sobre el cual vierte una porción de sí, impregnando la sociedad, con la evolución histórica de la humanidad. 
Una Buena Cocinera es aquella trufa que se ha labrado el derecho a ser humana y con su aroma por la mañana, gesta la realidad y a un cocinero ha de albergar
                                                                     …
Finalmente, las musas, perdón trufas, apuraron mi partida.  Abrazando mi alma con la verdad, restauraron mis alas.  Se posaron sobre las raíces como antorchas que iluminaban la salida, protegían la llegada de la vida que esperaba ser tomada y que con su aroma despertaban.  Deseando que me encontrara herederos de ese fuego, que con pies en esta tierra, enraizaran mente y cuerpo en la cocción de la realidad: dos mundos, dos cocinas, dos perspectivas de la vida y Tres imágenes: arte, ciencia y vivencia.  Para labrar una nueva cocina, un mundo mejor

que se erija sobre la comida que acaricia el alma, al tiempo que delicadamente se cocinen las almas que hacen comida.                      
                                          
 by:  Come-Red rose Barrios 
     Anabella Barrios Matthies
                                   Abril, del 2.008


Cocinándolos: Las Aventuras de Come-flor Barrios en la Cuidad Culinaria

                                                             
 Mis Queridos Amigos!   Cómo están?

         ...Siempre los pienso, y me pregunto, qué  podré escribirles, qué podré dejar para cuando se acerquen a curiosear, a descubrir, a leer, a refrescarse, que les podré dejar para que lo tomen cuando y como quieran.  Hoy, cuando horneo nuevas ideas los dejo con mi escrito favorito, escrito que en semanas anteriores publiqué en el blog de la "Red de Psicología Aplicada" y que no podía faltar por aquí, hoy los dejo con la miel que nutrió mis pensamientos y puso a vibrar mis cimientos, invitándome a ir más allá a transformar, cocinar, evolucionar en mi ideas, en mi trabajo y más aún en mi vida, a crecer, hasta llegar a mi hoy, el hoy de psi-cocina:  Gracias por estar aquí!  los quiero!

   Anabella

                        Introito:

La cocinael cocinar, lo humano que humaniza y deslastra al alimento de su puro valor nutricional para comenzar a acariciar el alma, comenzar a hacer crecer nuestro cuerpo, mente y corazón.  La cocina, el cocinar debe su existencia a lo humano que habita en nosotros, es la manifestación de nuestra posibilidad de transformación y creación más allá de lo biológico.
Es a través de la comida que establecemos nuestros primeros vínculos, y son los vínculos los que nos humanizan;  Es el haber padecido el hambre y vivido el encuentro con el alimento -amor en nuestros primeros días- lo que nos lleva a buscarlo y crearlo cuando nos falta. 

                                              Con vida propia, he tenido el privilegio de tener despiertos los sentidos y la consciencia de que hay cocinero(s) detrás de cada plato que pone a bailar mi paladar; he tenido la suerte de sentirme pensada, deseada, querida y sorprendida cuando el arte en tres dimensiones y en cinco sentidos me sugiere incorporarlo. 
      Más allá de saborearlo, me he detenido a disfrutarlo, agradecerlo y pensarlo,      
                                                                           preguntándome:

¿Quién es aquel que seduce mi alma? ¿Quién cuida a quien me cuida? ¿Quién piensa a quien intenta pensarme?.

En mi mente se escondía en la oscuridad de la noche, de una forma en que no lo podía ver, aparentemente resignada, ingenuamente me hacía creer que estaba desconectada, y como un radio la curiosidad se apagaba.

Pero un día, esos de luz hermosa, en los que uno despierta y como en las películas, los pajaritos cantan en tu ventana, el café te despierta con su aroma en la mañana… En fin, gozaba de exquisita calma, revisé mi e-mail y cual accidente me encontré con uno de Silvia con “Y”,  anunciando el curso de “Las Seis Reglas de Oro. Comer Bien y Vivir Mejor” por  el chef: Sumito Estévez.   Con aquel despertar, la oferta no podía más que engranar.   Inevitablemente, me acerqué y tomé mi primer curso en el ICC. 

Transcurridos unos días, e-mail’s iban y venían; entre curso de “Pasa-palos” y correos, un curso llevó al otro y  Srs.: ¡Pescados y Mariscos!, ¡Me han montado en la olla!.  Seducida, obnubilada; la voluntad solo quedaba en mi almohada, se me ofrecía ser aficionada.
                                             
Así que, aquello que comenzó con un enigma, un baile en mi paladar, se tradujo en preguntas, luego en cursos y mientras aprendía a cocinar, estaba siendo cocinada.  Impregnada en sensaciones ya empezaba a estar hipnotizada y de mi consciencia parecía estar deslastrada cuando: capa a capa como cebolla había sido deshojada, sin reparo ni vergüenza como zanahoria desglasada, estaba entregada. Y secretamente, sin yo misma saberlo, me imbuí, me sumergí y dance con cada uno de los ingredientes. 

No me quemé, ni cociné, me cociné y me corté, pero ya me curé porque fui cada uno de los procesos y viví cada uno de los momentos.   Fue la cocina, el instituto el ingrediente que me faltaba para darle a mi vida el golpe de horno que necesitaba.

Así, sin saberlo había emprendido un viaje, una excursión a un mundo paralelo, ajeno.  Vestida en ingenuidad, sigilosamente fui tras mi curiosidad.  Intempestivamente mi alma desconoció la paz, iniciando una cruzada con batallas que aún necesitaban ser libradas; donde las palabras no habían sido creadas, las imágenes reinaban y por tanto comunicaban; se transformaban y me acompañaban a despertar, crear y re-crear cada uno de mis sentidos, mi ser y razón de ser: lo que hoy comienza estar sobre este papel.
                                              
En tierras de Hades, con las Trufas Blancas de Alba, el té tomé.  Entre una y otra cosa confesaron ser  semillas de Hermes.  Pronto comenzaron a llenar mi mochila de nuevos ingredientes, y con un beso en la frente, cada una de las vivencias fueron colando, los descubrimientos insertando, alimentando y poco a poco, develando la más hermosa verdad
    El Buen Cocinero es aquel vino que ha labrado su derecho a ser humano. 
                                Desde ahí, buscando una copa, va creando el alimento sobre el cual vierte una porción de sí, impregnando la sociedad, con la evolución histórica de la humanidad. 
Una Buena Cocinera es aquella trufa que se ha labrado el derecho a ser humana y con su aroma por la mañana, gesta la realidad y a un cocinero ha de albergar. 
                                                                    
Finalmente, las musas, perdón trufas, apuraron mi partida.  Abrazando mi alma con la verdad, restauraron mis alas.  Se posaron sobre las raíces como antorchas que iluminaban la salida, protegían la llegada de la vida que esperaba ser tomada y que con su aroma despertaban.  Deseando que me encontrara herederos de ese fuego, que con pies en esta tierra, enraizaran mente y cuerpo en la cocción de la realidad: dos mundos, dos cocinas, dos perspectivas de la vida y Tres imágenes: arte, ciencia y vivencia.  Para labrar una nueva cocina, un mundo mejor

que se erija sobre la comida que acaricia el alma, al tiempo que delicadamente se cocinen las almas que hacen comida.                      
                                          
 by:  Come-Red rose Barrios 
     Anabella Barrios Matthies
                                   Abril, del 2.008


martes, 19 de octubre de 2010

Cocinando-nos: ¿Cómo es eso de mezclar la psicología y la cocina?

psi-cocinA
Algunas preguntas frecuentes
                            
¿Cómo es eso de psi-cocinA, De motivar a los muchachos en su escolaridad a través de la cocina?
Oye, eso es algo lindo de contestar en especial a partir de cómo nace psi-cocina. Pues es algo super importante para mí, surge de una experiencia muy linda, después de hacer mi carrera, estudiar dos post-grados y estar trabajando en mi consulta privada, comencé  a hacer un curso de cocina, luego otro y así me fue cautivando la cocina cada vez más, hasta que incluso hice unas pasantías de pastelería, en donde trabajaba 8 h día, de pie, trabajando duro, lavando platos, limpiando baños y aprendiendo a cocinar, sin que me pagaran un centavo.

Estando ahí, comencé a darme cuenta que en la cocina profesional estaban presente destrezas y habilidades que eran necesarias en otros oficios y en la vida.  Así, siempre teniendo muy presente la inquietud de los padres de que sus hijos estén preparados para la vida, comencé a ver de dónde venían esas destrezas y dónde se utilizaban; lo hice como quien degusta el mejor manjar, fui degustando la experiencia de la cocina, viendo los ingredientes psicológicos de que estaba hecha, y como esos mismos ingredientes podían usarse para hacer otras cosas. Comencé a entender y a investigar realmente, por qué es que la cocina para muchos tiene ese efecto relajante o terapéutico, y a desarrollar los talleres de psi-cocina, donde a través de la cocina desarrollamos y fortalecemos las herramientas que preparen a las personas para la vida, una vida de calidad en el presente y a futuro.


¿Cuéntame un poco cómo a través de la cocina motivas a los muchachos en sus estudios?
Por lo general, los muchachos que no les gusta el colegio y no se esfuerzan en tener un buen rendimiento se sienten obligados, o que no tienen opción, que tienen que hacer y repetir lo que dicen los profesores y los padres, o que no tienen capacidad para la escolaridad. Se encuentran desanimados, y el desanimo disminuye su rendimiento y el bajo rendimiento los desanima mucho más y a veces hasta tiran la toalla, ni les importa. Generándose un ciclo de deterioro, y de decaimiento progresivo que desencadena dinámicas familiares de lucha de poder poco fructíferas, e incapacitante para los muchachos (“...tú no puedes,..tú no sabes, …eres un desastre, no quieres servir para nada, …si no estudias te quito el internet, …después de todo lo que yo te doy… etc).

La cocina, nos permite generar la sensación de hacer un corte con lo académico, un corte con la experiencia no tan grata o desagradable y ofrecerles un espacio de borrón y cuenta nueva, libre de prejuicio, entrarles por la vivencia, el aprendizaje a partir de la experiencia, paso a paso, en donde tienen el chance de lograr un producto y de aportar. De hacer algo no solo por necesidad u obligación sino por deseo, al conectarlos con el hecho de que comemos no solo por impulso o necesidad estrictamente biológica como lo hacen los animales, sino porque nos apetece, nos provoca, lo deseamos.

De esta forma, inconscientemente la cocina también conecta a la persona con la posibilidad de incidir sobre su ambiente, sobre sus posibilidades y hacer algo al respecto y le ofrece un espacio de ensayo (micro, tipo maqueta o laboratorio) para ello.

¿Cómo es eso de la sensación de Logro?
A partir de aprender algo práctico y útil como lo es preparar un desayuno, un almuerzo o merienda, comienza, en poco tiempo, ha desarrollarse la sensación de logro, es decir, que consiguen hacer algo, aportar, logran ofrecerle algo al otro, producir agrado, y dejar de estar  sujeto a lo que recibe, a lo que le dan, lo lleva a sentir que conquista poco a poco su autonomía. Es un espacio, en donde el no saber, no lo hace incapaz, sino una persona con la posibilidad de aprender, donde hay normas (de seguridad, recetas y métodos para hacer las cosas) y exigencias que sirven de guía y cuido por uno mismo y el otro, lo cual lleva a que la dificultad lejos de ser un impedimento se convierta en un desafío, una habilidad que desarrollar con la práctica y guía de los más expertos.

Eso empieza a incidir favorablemente sobre su auto-estima, se comienzan a sentir grandes, que pueden y que se les trata como iguales (no les hacemos la vida más fácil disminuyendo la dificultad y exigencia de las cosas, les ofrecemos la posibilidad de aprender por pasos, haciendo uso de ciertos procedimientos a hasta ir alcanzando los niveles de mayor dificultad).
De esta forma, comenzamos a desarrollar un área en la que puede tener algunas posibilidades, éxitos y poco a poco vamos expandiendo, transfiriendo el aprendizaje a otras áreas de su vida, tanto porque se da naturalmente, como porque hacemos uso la metáfora y algunas herramientas psicológicas para mostrárselo directamente a los muchachos y puedan hacerlo consciente. Al hacerlo consciente, comenzamos a pasar del automatismo, el azar o accidente a la voluntad y decisión de hacer las cosas.

¿También hablas de la sensibilidad personal y social?
Incidimos igualmente sobre lo que es el valor de la persona, de quién se es, más allá de valor que naturalmente le damos a lo que se tiene y a los resultados, todo esto lo conseguimos a partir de ofrecerles la vivencia de que el aporte que hace cada uno es importante.  Todos tenemos oportunidades de aprender de hacer todo, pero también nos especializamos en algo, y el aporte de cada uno es importante. Por ejm, en un Restaurant es importante tanto el Chef, como el lavaplatos, porque si el lavaplatos deja una copa con la marca de pintura de labios y el mesonero la pone en la mesa, el Chef queda muy mal y arruinan el trabajo y esfuerzo de todos de los que participan en la elaboración de un plato (trabajo en equipo).  Ganan todos poniendo su mejor esfuerzo y pensando en el otro (solidaridad), todos formamos parte de la cadena del proceso de elaboración de un plato.

Se aprende a pensar en el otro, en cómo va a recibir el otro esto que le estoy dando, cómo se lo presento para que sea de su agrado y produzca el efecto de agrado que deseo que tenga. Así, trabajamos la sensibilidad personal y social. Aprendiendo a pensar en lo que quiero, en qué le puede gustar al otro, en lo que quiero producir en el otro, en cómo lograr agradar, en como apoyar a otro a lograrlo.

¿Hablas de aprender a Implicarse en la escolaridad?
Aprendemos a implicarnos con la escolaridad, de una forma hermosa, la cocina naturalmente nos invita a despertar los sentidos.  En la vida cotidiana, y por la naturaleza humana, nosotros tenemos 5 sentidos, pero el 80% de la información que percibimos lo hacemos a través de la vista, eso en parte hace que demos naturalmente mucho valor a lo que vemos, a lo aparente y poco sepamos como apreciar lo que se es, lo que se siente, más allá de lo que se ve y se tiene. 

La cocina, de una manera sutil, nos seduce a despertar nuestros sentidos, comenzando por el olfato y así aprendemos a diferenciar un perejil de un cilantro, no solo por cómo se ven, sino por como huele, luego lo probamos, esto sabe a sopa …incorporamos el gusto y descubrimos, que hay por lo menos tres tipos de salsa soya, la china, la japonesa, y la comercial propiamente dicha, las probamos, y vemos que una nos sabe a “lumpia” otra a “sushi” y la otra a la que tenemos en casa. Y de repente comenzamos a distinguir como suena un burbujeo de aceite cuando hacemos tajada del burbujeo de papas fritas (oído), simultáneamente empezamos a hablar de las grasas y sabemos cómo las afecta la temperatura, que unas son más sanas que otras, y como podemos hacer para disfrutar. 

Nos hacemos conscientes, desarrollando nuestros sentidos, y aprendiendo los procesos de lo que están detrás de lo que nos comemos, aprendiendo a conocer los ingredientes (pensamiento científico) y sus propiedades, vivimos el esfuerzo y las lágrimas que nos saca hacer un arroz con cebolla picadita.  Nos hacemos conscientes conectándonos con nosotros mismos y con el mundo a través del uso de tooodos nuestros sentidos y el esfuerzo que implica lo que nos comemos. 

Entonces comenzamos a apreciar más, la comida, la gente, nos comienzan a importar más las cosas, ya no da igual, se nos abre el gusto por la vida, comenzamos a ser capaces de hacer algo sabroso, nos sentimos bien por ello, y entonces empezamos a ver más lo bueno de la vida, nos enamoramos, nos reconciliamos con ella y cuando uno se siente como enamorado, cuando uno siente que es capaz de hacer cosas buenas, ver, sentir cosas bonitas, aquello pesado, los estudios, el trabajo, se hace más liviano, aprendemos que tenemos que hacerlo, y lo hacemos porque queremos poder hacer aquello que tanto nos gusta, aprendemos a ganarnos nuestros derechos, a conquistar nuestras posibilidades. Y ahí el tiempo, el tiempo con que contamos para hacer las cosas, comenzamos a planificarnos, a pre-ver, a hacer las compras, a ver qué parte de la receta se hace primero, a leerlas, a seguir instrucciones y romperlas, desarrollamos el criterio de pensamiento y el pensamiento creativo, aportamos algo nuevo.

Más allá de ver el esfuerzo que nos toma hacer las cosas, que la ayuda de otro, nos viene bien. En la cocina, más que trasmitir una información o una teoría, ofrecemos una vivencia, un aprendizaje por experiencia y así trabajamos más sobre el fortalecer, desarrollar el músculo de la voluntad, de la posibilidad, el aparato para pensar y entonces aprendemos. Al fortalecer y desarrollar ese aparato, las posibilidades de éxito académico y en la vida se incrementan.

¿Y las destrezas sociales?
Mientras estamos aprendiendo a cocinar, lo estamos haciendo con unos compañeros, de nuestras mismas edades, algunos un poco más grandes otros más pequeños, y hay unos profesores, una autoridad,  comienzan a desencadenarse dinámicas de grupo, a hacerse evidente como nos la llevamos con los pares y con la autoridad.

En los grupos, se hace evidente el que le gusta fastidiar y al que tienden a fastidiar, el que espera que le digan que hacer y el que hace las cosas por iniciativa propia, el rebelde, y el que está todo el tiempo viendo como le queda al otro, lo que tiene el otro, en vez de hacer lo suyo y todo con una psicóloga, dispuesta a recibir y procesar esa información, y respetuosamente mostrárselos al tiempo en que trabajamos en desarrollar y ofrecer nuevamente opciones, alternativas de conductas y formas de hacer las cosas que realmente nos permitan lograr aquello que queremos, y que nos lleve a estar más contentos con lo que hacemos, con nosotros mismos y con los otros, aprendemos de límites y asertividad.

¿A partir de qué edad y cuanto dura el taller?
Este taller de motivación escolar lo impartimos a niños y jóvenes a partir de los 6 años y estructuramos los grupos en función de sus necesidades y posibilidades.  Es un taller,dura todo el año escolar como cualquier otra actividad extra-cátedra y tiene una frecuencia semanal, los martes ó jueves de 4:00 pm a 6:30 pm.
¿Dónde se imparten los talleres?

En el Instituto MandaLay, escuela de cocina que tiene ya 6 años en funcionamiento, o en la institución educativa, en este caso, los talleres están disponibles para niños a partir de los 4 años y con algunas variantes desde los 2 años, se enseñan cosas como untar, etc.

                                                Anabella      

Para mayor información


INSTITUTO MANDALAY                                                                                                                               
Rene Torres                                                                                                                                  
Director       

Developer:       
Anabella Barrios Matthies
Psicólogo Clínico – Máster en Familia
Psicoterapeuta de niños y adultos
cel: 0412-241.89.68
                                                                                                                                                                              
 psi-cocina@hotmail.com ; en twitter: @psicocina 
próximamente: www.psi-cocina.com

martes, 12 de octubre de 2010

Comentario Íntimo

Entre ud y yo: así comienza, así comienza lo que hoy les voy a dejar por aquí. Pero antes que nada!, Cómo están Amigos?  Cómo los van tratando los días?  Cómo va todo?

    Hoy los quiero dejar con algo que albergo en mi corazón, quizá no le vean lo culinario, pero pronto, muy pronto quizá con otro texto comiencen a verle el queso a la tostada que les estoy preparando!  Aquello que reservo y hoy deseo compartir con ustedes es ese amor, esa gente, gente que ha amado la vida, que con su estilo de vivir, de afrontar el día, de soñar, de trabajar, con su forma de ser, sin mucho más que eso: ser, salpicaron mi alma de amor y me dieron suficiente color como para diseñar mi vida, para hacerme cargo, responsable y estar agradecida por la oportunidad y los desafíos que ello implica.

Son muchas las personas que sin darse cuenta y sin darnos cuenta salpican nuestra vida con chispitas de buena vibra, entre esas, hoy deseo destacar a F. Roland Matthies A, alemán nacido en Hamburgo en 1915, de padre judío, quien en un momento para los alemanes era Judio y para los Judios era alemán, "atrapado entre dos bandos" salió de su tierra natal hasta llegar a estas costas cálidas, simpáticas.  Entonces las vueltas de la vida apenas comenzaban para él, pasado un tiempo de su arribo, Venezuela le declaró la guerra a Alemania, lo que implicó que fuese a parar directo a la lista negra sin derecho al trabajo, sin derecho a ganarse la vida.

Entre una y otra cosa, los Chinos sembraban hortalizas en la Carlota y ahí fué a parar, los cuentos relatan que los chinos le llevaban  una morena, siguió adelante y para acortar el trecho, la vida siguió dando vueltas, y él trabajando hasta llegar a  fundar Seguros Caracas y ser su Gerente General durante décadas, llevándola a un puesto realmente prestigioso a nivel Nacional y Latino Americano.

Más allá de su carrera profesional, lo que hoy corre por mis venas  bombeado por mi corazón, es que  Roland Matthies A. es un hombre que se comprometió con la vida y no hubo hambre, no hubo guerra que corrompiera su alma, que lo separara de ser fiel a sí mismo, a sus ideales y deseos de bienestar familiar y social producto del  crecimiento, del cultivo como ser humano.

En mi travesía de ser psicóloga (alemana) y hacerme cocinera (venezolana), y forjar este camino de mezcla, ha sido mucho el terreno que me ha tocado arar y el barro en el que me ha tocado bañar.  En mi quehacer me encuentro de frente con la obstinación, el inevitablemente estar determinada a seguir adelante atendiendo a cada detalle y esculpiendo cada ladrillo de este sueño transformado poco a poco en el hecho, de poder ofrecer un espacio en el que grandes y chicos se diviertan y aprendan, se preparen para las vueltas que da la vida y disfruten de bailar con ella, con sus mañas, sus antojos e imprevistos.

Los dejo con un breve texto, escrito por alguien con experiencia y éxito en eso de agarrarle el tumbado a la vida, F Roland Matthies A, mi abuelo, en su libro Su Majestad el Tiempo (1985), entre capítulos escribió aquello que denominó:

"Comentario Íntimo.
Entre Ud. y yo. Ayer fue día de fiesta. Ayer tuve visita en casa. Llegó de sorpresa un grupo de buenos amigos. Se quedaron por horas, en magnífica compañía y en la más agradable conversación.  Hablamos de todo: de la política, de la suegra, del deporte, del tiempo, del mundo, del acá y del allá.  Fueron palabras sueltas, sembradas al viento, sin rumbo, sin destino, sin finalidad más allá del goce de pasar un buen rato.  Nos reímos, nos entretuvimos, oímos un poco de música. ¿De qué hablamos? En verdad, no lo sé.  Fue descanso humano, descanso al fin, entre seres amigos en pacífica reunión.
Repito: fue día de fiesta el de ayer.  El de hoy es de trabajo.  Trabajo y fiesta.  Fiesta y Trabajo.  Así es la vida.
Volvamos pues, al trabajo."

   Se les quiere,
      Anabella

viernes, 8 de octubre de 2010

Menú del Taller psi-cocinA para niños (Octubre - Noviembre)


Taller de psi-cocinA

lunes y sabados
…una sutil mezcla  de cocina y psicología
..Menú
En este mes, al cocinAr un nuevo año escolar vamos a comenzAr, un nuevo horizonte vamos a vislumbrar, nuevas metas nos vamos a trazar, recetas nos vamos a aproximar, las viejas técnicas culinarias vamos a rescatar y en el camino con los vegetales nos vamos a encontrar, poco a poco a un nuevo comenzar, espacio le vamos a dar, y quien quita que de aquí hasta allá de los vegetales también nos podamos enamorar, al descubrir todas las cualidades que nos han de aportar, nuevos sabores que nos han de entregar, texturas que nos invitan a transitar, la suavidad con la que vitaminas nos han de regalar.  
Un nuevo año escolar, un nuevo menú sobre el cual trabajar, cocinar disfrutar y que aportar en  psi-cocinA vamos a desarrollar!

Un gran abrazo y cariños
      Anabella  Red rose
Octubre y Noviembre

 Sábado 16 y Lunes 18 de Octubre:
Encontrándonos con la Espinaca en nuestros Huevitos revueltos sobre camita pechuga de pavo doradita, con tomate
Y pan de Soda Irlandés vamos a elaborar


Sábado 23 y Lunes 25 de Octubre:
Que sabroso es poder inventar y decidir lo que quiero hacer por eso, esta vez EL Risotto lo inventas tú, disfruta con champiñones o el corazón de alcachofas y olivas verdes  
 Y con pan de ajo Pan de Ajo vamos a acompañar y quizá una ensalada inventar

Y en el camino, antes de llegar al pan de Ajo, vamos a recordar lo que es un mirepoix y como un caldo se ha de elaborar, como planificar y algo para la crema de la próxima semana reservar


Sábado 30 de Octubre y Lunes 1 de Noviembre:
Crema de Zanahoria y Naranja acompañada de Ensalada Griega

Sábado 6 y Lunes 8 de Noviembre:
Entre Brownies con Leche, como le gustan a la hija de Sergia, y torta de Zanahoria con Glaseado de queso crema vamos a dar oportunidad de escoger y así con la diversidad que un mismos ingrediente nos ha de ofrecer (Zanahoria) vamos a reconocer


…una sutil mezcla de cocina y psicología                                                                                         
y próximamente: www.psi-cocina.com
Psicóloga de profesión, pastelera de corazón y cocinera en formación!

INSTITUTO MANDALAY                                                                                                                                                                                                                           





Rene Torres                                                                                                                                                                                          
Director 
325.74.74 ;  0426-516.02.16

Developer & Instructora:
Anabella Barrios Matthies
Psicólogo Clínico – Máster en Familia
Psicoterapeuta de niños y adultos                                                                                             
cel: 0412-241.89.68



Terrazas de Club Hípico. Baruta
HORARIO: Lunes de 4:00 a 6:30 pm ó
                 Sábados de 10:00am a 12:30m
EDADES: a partir de los 6 años.
INVERSIÓN: Bs. 590,oo BsF mensualidad

DESCUENTO X GRUPO
INCLUYE: recetas, todos los ingredientes. El curso es participativo, por lo cual deben traer envases para llevarse lo que prepare, un pañito, y el cuchillo que normalmente se usa en casa.
LUGAR: Terrazas de Club Hípico
RESERVA DE CUPO: comunicar su intención de participar, para verificar la disponibilidad de cupo y coordinar (depósito o personalmente) la formalización de la inscripción.  El monto de la reserva del cupo es del 50%, NO REMBOLSABLE.