miércoles, 8 de septiembre de 2010

Confesiones de una dulcera!!!!

...Mis queridos Amigos, Cómo están?

    ...Hoy, por algún motivo sentí la necesidad de comer ensalada, y es raro, por lo general necesito comer Nutela, conserva de coco, galletas chocolate chip, helados 4D, nabis, chocolate dark, pero hoy cuando con mis amigos me disponía a almorzar aquello que en clases de cocina asiática habíamos preparado, sentí ganas de agregar una ensalada.  Me entregue a disfrutar el almuerzo, disfrutar un Lomito en polvo de merey, reducción de ume y pure de wasabi, antecedido por un "spice tuna", con crujiente de arroz y mayonesa de mostaza picante y masago y qué decir del postre, no o voy a comentar, pero les adelanto que fueron dos!!!, jiiji.  Curioso hablar de tanta comida y no sentir el más mínimo remordimiento, curioso hablar de tanta comida y sentir que está bien.

  Les cuento, formo parte del equipo de la UDO, Unidad de Obesidad de La Clínica la Floresta, y mi labor es básicamente acompañar a nuestros pacientes a encontrar el punto justo, a aprender como vivir sabroso, disfrutar de su salud y prolongarla, ampliarla lo más que pueda, para ello no solo estudié laaaargos años y sigo estudiando, sino que la semana pasada asistí como paciente con nuestra nutricionista, Zulema, y así vivir lo que viven todos nuestros pacientes. Ella muy gentilmente me recibió, hizo todas las preguntas de rigor, me pesó, me midió y resulta que me sobran cuatro Kilos, lo sabía! total que me salió dieta.   Forcejee con Zulema para que no fuese tan estricta con el consumo calórico y le dije que no me importaba demorarme 3 meses, que no tenía apuro, y lo logré, logré que fuese más flexible.

Entonces se dispuso a explicarme el plan,  abrió un papel bellísimo, lleno de colores y super fácil de entender, me explicó mis porciones, donde iban los vegetales, las frutas, me bajó las proteínas e incorporó justamente los carbohidratos y cinco veces a la semana me toca hacer ejercicio, salí de ahí encantada, realmente Zulema es un pan, el asunto fue la mañana siguiente y la siguiente y la siguiente....

   Señores, desayuno todos los días de mi vida con Nutela, y mi dieta sugiere que debo dejarla atrás, y aunque quiero apegarme a mi plan, mi querida nutela me la llevo bajo el brazo como Carlitos, el amigo de Snoopy llevaba su mantita, mi nutela, viene conmigo.  No solo siento amores por nutela, no saben cuantas mañas y antojos me acompañan, y como si fuese poco, resulta que estudio cocina y veo clases de pastelería, y cuando no es pastelería mis clases siempre incluyen un postre.  Y si no son los postres, son las carreras que pego, mi rutina puede ser dura y así en momentos salgo de clases corriendo a grabar algún programa en la tv y luego directo a dar clases, y no me da chance de sentarme a comer tal cual como dice mi plan.  No es sencillo, no ha sido sencillo apegarme y cumplirlo, pero ha sido delicioso, exquisito incluir una caminatita el día de hoy.  

Pero antes de seguir hablando de lo bonito, debo ser franca y confesar que dentro de mi me he peleado y sigo forcejeando con Zulema, y saben qué, es horrible, porque ella es linda, pero aún cuando me resisto a dejar atrás mi nutela, hoy, hoy le agradezco a Zulema haberme permitido reeencontrarme con la ensalada, con las frutas.  No sé por qué pensamos que son aburridas, ha de ser aburrido pensar que debemos solo comer ensaladas y frutas, pero si podemos seguir comiendo carne, pescado, arroz, si podemos seguir comiendo, ¡Qué rico es ir incluyendo!.

   Advierto, no he soltado mi nutela, pero saben que me encanta de la ensalada, de repente comienzo a sentir que a mi cuerpo le hace falta el agua que hay en ella, siento que cuando como una fruta, como la piña, el agua llega más lejos dentro de mí.  Suena loco quizá, pero siento que tomar agua resbala, pasa por todo mi aparato digestivo y bye bye, así como entró salió, pero con la fruta siento que el agua se colea dentro de mí y llega lejos, llega ahí a la piel donde la necesito, pues los años y el trabajo dentro de mí también han pasado  y hoy con una fruta siento que lo he compensado. Siento que la ensalada llega lejos y me hace cariños como esos masajes de spa que quisiera poder disfrutar, y es que sí, cuanto queremos que nos quieran, que nos abrasen, que nos besen y deseen, si recibir un beso, un abrazo fuese tan sencillo como comer ensalada quizá lo haríamos con más ganas.

Y quieren que les diga algo, dejémonos querer como siempre nos han querido, nuestras costumbres, nuestros gustos vienen de lejos, y llegan a nosotros cada mañana al despertar con un cafe, una arepa o empanada, queramos y respetemos nuestros antojos y costumbres, respetemos el amor y la buena intención que un día hubo en ellas, pero que ello no nos impida reencontrarnos con la ilusión de un nuevo amor, un nuevo amanecer, algo mejor. Dispongámonos con paciencia y entendimiento a recibir lo nuevo, distinto y poco a poco hagámoslo una nueva costumbre.  Pues es así, después de viejos nos toco volver a aprender a comer, paso a paso como cuando éramos bebés.  Sean ustedes, pero ahora mejor!

 Y es que los ingredientes, las costumbres y los hábitos son como la gente, los conocidos aunque malos son conocidos, los predecimos, los manejamos aunque aveces nos molestamos. Con los nuevos (amigos, ingredientes, costumbres o vecinos) aveces no nos hallamos, démosnos el chance de conocerlos, de agarrarles el tumbado, de irlos incluyendo.  Así, no es tanto salirnos de la dieta, sino irlos incluyendo a ellos en ella, seguirlo intentando mañana.

Digan que sí, que para decir que no siempre hay tiempo!

   Se les quiere

         Anabella

                   psicóloga de profesión, pastelera de corazón

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