...No me quemé, ni cociné, me cociné y me corté, pero ya me curé porque fui cada uno de los procesos y viví cada uno de los momentos. Fue la cocina, el instituto el ingrediente que me faltaba para darle a mi vida el golpe de horno que necesitaba.
Así, sin saberlo había emprendido un viaje, una excursión a un mundo paralelo, ajeno. Vestida en ingenuidad, sigilosamente fui tras mi curiosidad. Intempestivamente mi alma desconoció la paz, iniciando una cruzada con batallas que aún necesitaban ser libradas; donde las palabras no habían sido creadas, las imágenes reinaban y por tanto comunicaban; se transformaban y me acompañaban a despertar, crear y re-crear cada uno de mis sentidos, mi ser y razón de ser: lo que hoy comienza a estar sobre este papel.
...continuará
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