Queridos Muchachos! Cómo están?
...Intento con estas líneas ofrecerles un paseo por aquello que algún día será un recuerdo, espero que puedan volver aquí y encontrarse con aquello que estábamos viviendo y ni se dieron cuenta. Y les confieso, no es sencillo escribir para ustedes, pensándolos en un futuro, pues es tanto lo que he visto que han aprendido, es tanto lo que yo he vivido junto a ustedes, es tanto lo que me han llevado a crecer y son tantos los caminos que no puedo más que esperar lograr trasmitirles un sentir, el de la cocina como una oportunidad de integrar, incorporar la diversidad, en olores, ingredientes, tamaños, texturas, vivencias y gente....
Y es por ello que si bien hoy se supone que escribo de esta cuarta semana, que iniciamos ayer, no existe realmente forma de desprenderla e independizar una semana de la otra, o de las clases que doy en Hebraica, del programa de la Tele, o de mi ida a comer al comedor en del Instituto Culinario de Caracas (ICC), en fin de todas aquellas cosas que hago cuando no estoy con ustedes en Mandalay, porque en realidad es la diversidad de vivencias, ingredientes, muchachos, la que nutre cada día de clase y así mi trabajo está en hilvanarlas, como si cada vivencia, cada muchacho, cada semana, fuese la cuenta de un collar que espero lleven en su pecho, cuando se vallan a casa.
De esta forma, nos afincamos más que en el producto, en el proceso, más que en la comida en la vivencia del cocinar, e inevitablemente, si nos esmeramos en la forma de hacerlo, el producto será bueno y así es como poco a poco van adquiriendo conocimientos, pueden ir aprendiendo a cocinarse la más deliciosa vida posible, a escoger las experiencias, cocinándolas para sacar lo mejor de ellas, disfrutar y también ofrecérselo a otros.
Con esto en mente comenzamos nuestra semana de taller con el aprendizaje de un desayuno, Panquecas con Ricota Dulce, Fresas, Afrecho de Trigo y Mucho Color!
Como es natural, entre niños y jóvenes, nadie se resistió ante la oportunidad de de poner esas panquecas a vibrar con color, con su emoción particular, pues es eso, el color expresa emoción, nos pone a vibrar esta vivencia porque nos permite dejar nuestra huella particular en lo que hacemos, implicarnos, ser parte de aquello que comemos y le ofrecemos al otro y es tan sabroso que a nadie le importó dejar colar el afrecho de trigo, todos, todos, todos comimos, cocinamos y disfrutamos!.
Y hoy, trabajamos sobre el aprendizaje de la preparación de un almuerzo; hicimos nada más y nada menos que Polvorosa de Pollo, ensalada de nueces... Hoy todos aprendimos a picar. Parece mentira como de la nada logramos sacar adelante, en tiempo, un plato tan lleno de detalles. Hoy hablamos de los profesores, y lo que nos han dejado, Meche, Mercedes mi "jefa" cuando hice las pasantías en Delis, mujer humilde, muy humilde, pero increíblemente generosa, que cuidaba con detalle como el cliente iba a recibir aquello que le preparábamos, con quien disfruté desmenuzar un pollo aunque me encontrara con la baba que en él había. También hablamos del Chef Héctor y mi petición de que me enseñara a picar pimentón, algo que era muy sencillo y obvio, entonces, en mi pasantía en el comedor del ICC, le pregunté solo para tener oportunidad de interactuar con él, pues es de esas personas que más que de hablar es de hacer, usa actos silenciosos para trasmitir, ofrece su cariño y mucho más prestando sus cuchillos, pensando el plato que va debajo del plato de la crema...
Es impresionante como esos detalles que tiene cada quien a la hora de hacer las cosas se van colando en nuestra alma y nos enseñan a distancia y a través del tiempo en cada oportunidad que tenemos de volver a cocinar.
Gracias por permitirme la oportunidad de enseñarles a cocinar, a psi-cocinar!. Gracias, Todos son y hacen a psi-cocinA!
se les quiere,
anabella
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