...Transcurridos unos días, e-mail´s iban y venían; entre curso de "Pasa-palos" y correos, un curso llevó a otro y Srs.: ¡Pescados y Mariscos!, ¡Me han montado en la olla!. Seducida, obnubilada; la voluntad solo quedaba en mi almohada, se me ofrecía ser aficionada.
Así que aquello que comenzó con un enigma, un baile en mi paladar, se tradujo en preguntas, luego en cursos y mientras aprendía a cocinar, estaba siendo cocinada. Impregnada en sensaciones ya empezaba a estar hipnotizada y de mi consciencia parecía estar deslastrada cuando: capa a capa como cebolla había sido deshojada, sin reparo ni vergüenza como zanahoria desglasada, estaba entregada. Y secretamente, sin yo misma saberlo, me imbuí, me sumergí y dancé con cada uno de los ingredientes.
...continuará
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